La desaparición forzada de la chihuahuense Alicia de los Ríos Merino en 1978 ha sido clave para por primera vez reconstruir visualmente “Los vuelos de la muerte”, una práctica implementada durante la llamada “Guerra Sucia”, (entre 1964 y 1990) durante la cual el Estado mexicano utilizó al Ejército para reprirmir y terminar con los movimientos de oposición política.

Se conoce como “Vuelos de la muerte” a las prácticas violentas, donde integrantes del Ejército, inicialmente bajo órdenes y la participación directa de los generales Francisco Quirós Hermosillo, Mario Arturo Acosta Chaparro y Javier Barquín Alonso -denunciados por la desaparición de 143 personas- transportaban a la base aérea militar de Pie de la Cuesta en Acapulco, Guerrero, a personas consideradas como disidentes políticas, entre ellas a Alicia de los Ríos; después las ejecutaban arbitrariamente y realizaban vuelos nocturnos para arrojar sus cuerpos al mar, desapareciendo así todo rastro de ellas.

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Foto: Centro Prodh

Con el objetivo de documentar el caso de Alicia, la oficina de Investigaciones Visuales, SITU Research de Nueva York y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) desarrollaron un proyecto para reconstruir visualmente los vuelos de la muerte, uno de los programas clandestinos de la “Guerra Sucia”.

El proyecto se lanzó el pasado 25 de marzo en el marco del Día Internacional de “Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas” y consiste en un video de 14 minutos que plasma en tercera dimensión imágenes obtenidas de fotografías de las instalaciones de la Base Área Militar de Pie de la Cuesta, correspondientes a los años 70, de la Compañía Mexicana de Aerofoto, ahora en poder de la empresa constructora ICA, así como de imágenes desclasificadas de un satélite espía de Estados Unidos. 

Las imágenes fueron cotejadas con los testimonios de 10 militares que colaboraron en los “Vuelos de la muerte”, que describieron la composición física de la Base Aérea e incluso aportaron croquis de las instalaciones. A pesar de este avance, el Centro Prodh señala que, hasta la fecha, se desconoce el número total de “Vuelos de la Muerte”, así como de las víctimas y sus identidades. 

¿Quién es Alicia de los Ríos

Alicia, originaria de Chihuahua y miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre, fue detenida por la Brigada Blanca, una agrupación conformada por el Ejército, la extinta Dirección Federal de Seguridad (hoy Centro Nacional de Inteligencia) el 5 de enero de 1978 en la Ciudad de México. 

Hasta ahora lo que se sabe del caso es que permaneció seis meses en el Campo Militar número 1, donde fue vista por cinco testigos sobrevivientes: Cirilo Cota, Ramón Galaviz, Juan Manuel Hernández, Mario Álvaro Cartagena y Alfredo Medina y después fue trasladada a la Base Aérea número 7, en Pie de la Cuesta, en la costa de Guerrero, los primeros días de junio de 1978. 

La bitácora del avión Arava del 8/6/78 registró un viaje nocturno conocido como un “Vuelo de la muerte”, este es el último dato que se conoce de su paradero, 43 años después no se sabe más sobre ella ni se han deslindado responsabilidades civiles ni militares del caso. 

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Foto: Especial

Cronología de la búsqueda de justicia 

En 2001 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) concluyó, en la recomendación 26/2001, que existían indicios para considerar que Alicia fue víctima de desaparición forzada

En 2002, cuando el gobierno federal creó la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del pasado, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, (Centro Prodh) presentó una denuncia ante sobre el caso, la entonces Procuraduría General de la República abrió la averiguación previa PGR/ FEMOSPP/030/20 que en 2007 cambió a SIEDF/CGI/503/2007.

Luego, en abril de 2011, el Centro Prodh, la Fundación Diego Lucero, el Comité de Madres de Desaparecidos Políticos de Chihuahua y Ciudad Juárez y la familia de De los Ríos presentaron el caso ante la Corte Interamericana de Derechos (Corte IDH) que revisará el caso. 

En 2019, de acuerdo con Alicia de los Ríos, hija-con el nombre homónimo de la activista-, le asignaron el número 771 (de un poco más de 110 mil personas) del Registro de Personas Desaparecidas y No Localizadas del país. 

En 2020, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictaminó, hasta octubre de ese año, que determinarían si el Estado mexicano es responsable por la desaparición forzada pero esto sigue pendiente.