La Ley Elena, una iniciativa histórica para la protección de los derechos de los animales en México, ha sido finalmente publicada en el Diario Oficial del estado de Puebla

Esta legislación, que lleva el nombre en honor a Elena Larrea, activista y fundadora de Cuacolandia, un santuario dedicado al rescate de caballos maltratados y abandonados, representa un avance significativo en la lucha contra el maltrato animal en Puebla. Larrea, quien falleció el pasado 20 de marzo, dejó un legado imborrable en la defensa de los animales, y esta ley es un testimonio de su incansable trabajo y dedicación.

La Ley Elena realiza una serie de modificaciones a la Ley de Bienestar Animal, a la Ley Orgánica Municipal y al Código Penal del Estado de Puebla. Estas reformas, aprobadas por unanimidad el 15 de febrero de este año en el Congreso del Estado, establecen sanciones más estrictas para aquellos que cometan actos de zoofilia, maltrato animal y otras formas de crueldad hacia animales no humanos. Según las nuevas disposiciones, el delito de zoofilia conlleva una pena de  uno a cuatro  años de prisión y multas de 100 a 400 Unidades de Medida y Actualización (UMA). 

Impacto y alcance de la 'Ley Elena' en la protección animal

La entrada en vigor de la Ley Elena envía un mensaje claro sobre la importancia de tratar a todos los seres vivos con respeto y compasión. Esta legislación no solo busca penalizar el maltrato animal y la zoofilia, sino que también contempla promover una cultura de cuidado y responsabilidad hacia los animales, fomentando la conciencia sobre la importancia de su bienestar y la necesidad de respetar su vida y dignidad, así como la creación de un padro´n de personas fi´sicas y establecimientos comerciales dedicados a la exhibicio´n y venta de animales de compan~i´a.

Además de las sanciones establecidas para el delito de zoofilia, la Ley Elena también aplica penas para aquellos que cometan actos de maltrato y abandono animal, abandonen a sus mascotas dentro de vehículos, participen en peleas de perros o causen la muerte de especies utilizando métodos violentos, así como utilizar a los animales como premios u obsequios, en ferias, concursos o cualquier actividad ana´loga.

Por otra parte, aquellos que violen esta ley recibirán atención psicológica y/o educativa con el fin de concientizarlos sobre sus acciones y promover una mejora en su trato hacia los animales. Los animales rescatados serán llevados a Centros de Bienestar Animal, organizaciones de protección animal y otras instituciones públicas o privadas con las cuales las autoridades pertinentes hayan establecido convenios de colaboración para su albergue y atención médica veterinaria, según corresponda a su especie.

Las sanciones para quienes infrinjan esta ley van de 10 meses hasta 8 años de prisión, dependiendo de la gravedad del delito. Esta legislación también conlleva un compromiso para el estado de Puebla para que se garantice la protección y el bienestar de los animales, estableciendo un marco legal más sólido y eficaz para garantizar su cuidado y protección.

Según la información publicada en el Diario Oficial del estado de Puebla, entre enero y julio de 2023, el Instituto de Bienestar Animal recibió un total de 446 denuncias, de las cuales el 40.1% fueron confirmadas por denuncias populares. En respuesta a estas denuncias, se llevaron a cabo 149 visitas de inspección, resultando en el aseguramiento de 24 animales.

El legado de Elena Larrea y el compromiso con los derechos animales

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La Ley Elena es un testimonio del impacto duradero y significativo que pueden tener las acciones individuales en la promulgación de cambios legislativos importantes. Aunque la pérdida de Elena Larrea es irremplazable, su legado perdura a través de esta ley, que representa un paso adelante en la protección de los derechos de los animales y en la promoción de una sociedad más justa, compasiva y consciente. 

Esta acción, al igual que la creación de espacios como el santuario para equinos Cuacolandia, fundado por Elena Larrea, son un recordatorio del poder del activismo y la acción colectiva en la creación de un mundo más seguro y respetuoso para todos los seres vivos, y un llamado a seguir trabajando en la construcción de un futuro más antiespecista y compasivo.