Detrás de una vitrina están las cosas de Javier Valdez Cárdenas. “Aquí está su sombrero, sus lentes, uno de sus cuadernos, sus libros", dice Griselda Triana, al señalar cada uno de los objetos que atesora de su esposo. Mientras los enseña, sus ojos brillan al recordarlo. En cambio, su rostro se apaga cuando habla de aquel 15 de mayo de 2017, el día en que lo asesinaron a tan solo unas cuadras de las oficinas de Ríodoce, el semanario que fundó en Culiacán, Sinaloa. 

Javier Valdez, uno de los periodistas más destacados de México que dedicó sus reportajes a mostrar las distintas caras del narcotráfico, tenía 50 años cuando lo mataron. En su homicidio estuvieron involucradas cuatro personas: tres encargados de la ejecución y uno de la planificación; uno de los responsables fue asesinado meses después, y los otros dos están en prisión.

El narcotraficante, Damaso López Serrano, alias “Mini Lic, ha sido señalado por las autoridades como el presunto autor intelectual del asesinato de Javier. Sin embargo, actualmente se encuentra prófugo en Estados Unidos. Así el asesinato de Javier Valdez continúa impune a pesar de que su caso ha llegado a instancias internacionales como la ONU, quien le ha pedido a México resolverlo.

En entrevista para La Cadera de Eva, Griselda Triana dijo que cuando asesinan a un periodista, las únicas personas a las que les interesa lo que sucedió es a la familia. Son ellas a quienes sus muertes les congelan su vida, sueños y proyectos, por la injusticia en sus casos: en México el 95% de los crímenes contra periodistas quedan impunes, de acuerdo con la organización Propuesta Cívica.

“Cuando asesinan o desaparecen a un periodista, el que te digan que lo más seguro es que sus crímenes nunca se van a esclarecer, creo que es lo más doloroso que una puede vivir” (Griselda Triana, periodista y activista)

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Foto: La Cadera de Eva

Violencia contra la prensa en México

México es un país peligroso para la prensa: durante 2023 se registraron 561 agresiones contra periodistas, es decir, un ataque cada 16 horas por el ejercicio de su labor, de acuerdo con la organización Artículo 19.

En entrevista para La Cadera de Eva, Saria Lidia Mendiola, directora ejecutiva de Propuesta Cívica, explicó que las agresiones a periodistas no solo son cometidas por el crimen organizado, principalmente son servidores públicos quienes ejercen contra ellos intimidación, amenazas y censura, por denunciar irregularidades, abusos de poder o documentar violaciones graves a los derechos humanos.

“En varios de los casos que Propuesta Cívica representa a nivel legal, hemos podido comprobar cómo están involucradas las autoridades y cómo son las autoridades quienes ordenan estos crímenes y el crimen organizado quien ejecuta. Puede establecerse claramente este matrimonio invisible entre estos poderes, un poder político y un poder delincuencial operando para agredir a una misma víctima” (Sara Lidia Mendiola, directora ejecutiva de Propuesta Cívica)

Esta situación no sólo genera una pérdida de libertad de expresión para la sociedad, sobre todo ha hecho que los familiares de las y los periodistas también sean víctimas de la violencia contra ellos y de un sistema que no consigue darles justicia ni reparación de daño.

“Te enfrentas al Estado, a instituciones que no cumplen con sus obligaciones y responsabilidades con las víctimas, entonces enfrentarte al Estado no, no es sencillo, pues nuestros compañeros afectaron intereses y por eso les asesinaron o les desaparecieron” (Griselda Triana, periodista y activista.)

La violencia contra la prensa tiene muchas aristas, las y los periodistas son agredidos desde lo físico: homicidios y desapariciones; el ámbito digital a través de redes sociales y el ciberespionaje, pero también por medio de mecanismos legales como las “demandas contra el honor” y del discurso político, según Propuesta Cívica.

La otra cara de la violencia es precisamente la injusticia, Propuesta Cívica también señala que tratándose del delito de homicidio contra un periodista, la impunidad rebasa el 98%, tratándose del delito de desaparición, es del 100%.

“No hay una voluntad política en nuestro país para revertir la violencia contra periodistas y no hay mejor incentivo para los agresores para volver a cometer una y otra vez estas agresiones que la impunidad” (Sara Lidia Mendiola Landeros, directora ejecutiva Propuesta Cívica)

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Foto: La Cadera de Eva

Tejidos Solidarios

La justicia no se puede construir en el olvido, por eso para hacer frente a la indiferencia de las autoridades, y apoyar, defender, y preservar la memoria de los periodistas que han sido asesinados y desaparecidos en México, el 27 de abril de 2023 se conformó “Tejidos Solidarios”, la cual está acompañada por Propuesta Cívica.

Tejidos Solidarios es la primera red nacional de familias de personas periodistas asesinadas y desaparecidas en México. Actualmente tiene presencia en seis estados del país: Ciudad de México, Michoacán, Sinaloa, Chihuahua, Oaxaca y Sonora y también en San Diego California, Estados Unidos. Como en la búsqueda de personas desaparecidas, la red está conformada mayormente por mujeres.

“Hay familias que optan por mantenerse más al margen, por temor, lo cual es normal y peor si vives en una región, regiones bueno, muy violentas y donde posiblemente estén los perpetradores, los responsables de la desaparición o asesinatos de periodistas entonces, pero, aun así, creo que hay otras familias que sí han decidido romper el miedo y decidido romper el silencio” (Griselda Triana, periodista y activista)

El acompañamiento que Tejidos Solidarios brinda a las familias no sólo es legal, también desarrolla en ellas conocimientos y técnicas de afrontamiento mediante el trabajo psicoemocional, que tiene como finalidad desarrollar mecanismos de resiliencia en las personas.

“Muchas familias en este país hemos asumido el compromiso de pues de visibilizar qué es lo que está pasando, visibilizar la falta de acceso a la justicia y creo que no hay temor, no, o sea, lo más valioso, ya nos lo quitaron, ya nos lo arrebataron” (Griselda Triana, periodista y activista)

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Foto: Tejidos Solidarios

Historias que sobreviven

Asesinar o desaparecer periodistas cuya labor arrojaba luz sobre irregularidades, denunciaba abusos de poder o documentaba violaciones graves a los derechos humanos ha hecho que existan zonas de silencio: lugares en donde ya nadie se atreve a informar sobre lo que ahí sucede.

Para rescatar las historias que estaban investigando las y los periodistas antes de ser asesinados, Propuesta Cívica lanzó la campaña “Historias que Sobreviven”. A través de las historias de Regina Martínez Pérez, Gustavo Sánchez Cabrera y Miguel Ángel López Velasco, busca luchar contra la estigmatización, desacreditación e incluso criminalización de la que son víctimas las personas periodistas.

Estos tres crímenes se dieron en contextos muy violentos: Regina fue asesinada en su domicilio, antes de terminar con su vida, sus agresores la torturaron. A Gustavo lo asesinaron en presencia de su hijo, quien era menor de edad. En el caso de Miguel Ángel, sus homicidas ingresaron a su casa cuando él y su familia estaban a punto de descansar: lo mataron a él, su esposa e hijo, quien era fotoperiodista. Todos ellos habían denunciado amenazas previas a las autoridades.

“Es algo dramático y devastador las secuelas que han quedado para las familias, para todas las familias de estos periodistas, el temor con el que las familias han tenido que aprender a vivir y la impotencia de verse solos frente a los agresores y frente a las instituciones del Estado” (Sara Lidia Mendiola, directora ejecutiva de Propuesta Cívica)