Isabel Zapata le quiso contar un cuento a su hija y floreció una novela: Troika (Almadía, 2024) , la primera de la editora, traductora y poeta mexicana. “Me interesaba narrarle una especie de fábula sobre una perra, ahora es pequeña, pero quería que más adelante leyera una historia sobre la compañía de los perros, el duelo, y las relaciones que podemos construir con los animales”, esto y más nos compartió la escritora en entrevista con La Cadera de Eva, te contamos. 

Narrar una historia desde una misma

¿Cómo lo que inició como un cuento se convirtió en una novela? Isabel Zapata explica que “a veces los libros exigen su propia forma, hay que saber escuchar esas formas, así fue cómo se convirtió en una novela”. Cuenta que a través de esa metamorfosis, propia de la escritura y la narrativa, empezó a pensar en diferentes puntos de vista de una misma historia: “De repente los personajes empezaron a tomar libre albedrío y su propia forma”. 

Así se reveló Troika, una perra de pelaje oscuro, y Andrea, una niña que cuida de la perrita, ¿o viceversa? Ambos personajes se configuran en la historia hasta encontrarse con una trabajadora doméstica quien, al coincidir con estos personajes, nos presenta la historia del duelo que atraviesa tras la muerte de su hijo.

En Troika, las y los lectores tienen la posibilidad de conectar con diversos aspectos que atraviesan la experiencia humana, como el duelo o los vínculos que generamos con los animales: “Para mí, la compañía de mi perras, a lo largo de la vida ha sido muy formativa, transformadora, y ha marcado mucho mi carácter. Era algo de lo que quería dejar constancia en este libro y la importancia que tienen estos vínculos, tan esenciales y relevantes como los que formamos con una persona humana”. 

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Acoger a la literatura escrita por mujeres

Isabel Zapata es una escritora mexicana que hay que leer y quien, al igual que nosotras, desde La Cadera de Eva, recomienda acercarse a la literatura escrita por mujeres: “El problema de no leer mujeres es que se silencian un montón de voces, además de que se pierde una parte de la experiencia humana que está depositada en las historias de las mujeres. No solo hay que hacerlo porque sea ‘lo correcto’, sino porque hay miradas increíbles”. 

Leer a autoras mujeres y acercarse a literatura escrita por ellas es crucial para ampliar horizontes, desafiar perspectivas tradicionales y enriquecer el entendimiento sobre la experiencia femenina, la cual nos ofrece una visión única y valiosa.